
Familiares sospechan que pudo haber muerto a consecuencia de tortura infligida mientras estaba en detención provisional en bartolinas policiales de Zacatecoluca, luego 6 de mayo, tuvieron conocimiento de la muerte de Mejía Bonilla, cuando la Policía Nacional Civil (PNC) les enviara un informe en el que decía que había muerto a consecuencia de un padecimiento de salud.
Lo quisieron hacer pasar como sospechoso de COVID 19, para no presentar el cuerpo, y les dijeron que tenían que enterrarlo de inmediato, algo que era contradictorio con los dictámenes médicos.