
Para la experta en temas de seguridad Jeannette Aguilar, esta reciente escalada de muertes violentas también demuestra la “fragilidad” de la política de seguridad del Ejecutivo de Nayib Bukele, que busca “generar un impacto en la opinión pública” y no “encarar los factores asociados al crimen”.
“Lo que constatamos con esto es que no hay ningún control territorial” y “hay un poder fáctico en los territorios que sigue ejerciendo el control”, subrayó.
Recalcó que “hay un mensaje claro que está enviando la pandilla al Gobierno de que siguen teniendo el control”.